Tiempo para Dios

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Saludos y bendiciones amados en Cristo, contentos y gozosos por la predica del dia de hoy, realmente un llamado de atención sobre las asechanzas del «enemigo», sobre las mil y un formas de practicar el engaño haciendo uso de las Sagradas escrituras», con las cuales obnubila a los creyentes y no creyentes para evitar que le sirvan al Señor. El apoyo bíblico tuvo como base el libro de Hageo en su capitulo 1; versiculos 1 al 10, en los cuales el Señor nos manda a «tener» tiempo para èl; y el pueblo de Israel manifiesta como excusa: «No ha llegado aun el tiempo», puesto que están inmersos en sus deleites personales.

Situaciones como las que se narran en los versículos mencionados, son las mismas que se repiten el dia de hoy, mas de 2000 años mas tarde, cuando aun hoy, manifestamos no tener tiempo para dedicarle a las obras del Señor, porque estamos muy ocupados, en nuestros quehaceres humanos, sin querer aceptar que todo aquello que creemos haber logrado en este mundo «NO ES» producto de nuestro esfuerzo y trabajo, sino de la misericordia de Dios.

nos alegra mucho haber recibido la visitas de nuestros futuros hermanos en Cristo, Carlos, Franceli, Andre y Gabriel, provenientes de Brasil, Camilo, Selen y Alejandra, desde Buenos Aires y de Valdeir y Luis, quienes vienen desde Brasil y estarán una larga temporada con nosotros (Luis va a estudiar Medicina), para todos ellos Bendiciones del Señor en salud, paz y amor. ¡¡¡ Bienvenidos !!!

Sirviendo al Reino de Dios

Joel Betancourt.

Muchas son las aflicciones del justo, pero de todas ellas le librará Jehová. Salmo 34:19

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Saludos y bendiciones amados del Señor, la palabra correspondiente al día de hoy no es una palabra de probabilidades o posibilidades; es una palabra de certeza, veraz y muy fiel. Es cierto que en este mundo tendremos aflicción, pues tenemos un enemigo que anda como león rugiente buscando a quien devorar, hay muchas, infinitas maneras de de tentarnos y todas nos causan aflicción, pero dice la palabra: que de todas ellas nos librará Dios, no nos dice de que nos librara de unas cuantas, de la mayoría, de cierto porcentaje, etc. la palabra dice «todas», en otras palabras no habrá aflicción de la cual el Señor no nos libre. Hasta allí todo se ve y suena bonito; el asunto es que Dios dice: las aflicciones del justo; y allí vienen los problemas; ¿existe alguien justo? ¿soy yo un justo? ¿me librará Dios a mi, de mis aflicciones?

La respuesta a todas las preguntas, aunque difícil, es simple: ¡SI!, ¿por qué, es difícil? Primera respuesta: ¡si existen infinidad de justos! y a cada momento el Señor justifica (convierte en justo) a aquellas personas que se arrepienten y reconocen a Jesucristo como su único y fiel salvador: Segunda respuesta, ¡Si! si, soy justo, porque, por gracia Dios me perdona mis afrentas cuando me arrepiento de corazón y le pido perdón y tercera respuesta: ¡Si!, Dios asegura a través de su palabra que de esas aflicciones el me salvará, me librara, porque el me justificó. tenemos una vida plena porque Dios así lo afirma, solo debemos cumplir con el requisito de ser justos y eso se logra llevando una vida plena en Jesucristo.

Avóquese a leer la palabra de Dios, a seguirla y cumplirla fielmente y verá que las aflicciones no llegaran a su vida y en todo caso desaparecerán, pues Dios prometió librarlo, porque él lo justificó.

Sirviendo al Reino de Dios

Joel Betancourt

Si Jehová no edificare la casa, En vano trabajan los que la edifican; Si Jehová no guardare la ciudad, En vano vela la guardia. Salmo 127:1

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Saludos y bendiciones amados en Cristo. ¿Cuántas veces hemos emprendido un negocio, una actividad, un trabajo, una nueva vida..? y todo ha resultado en un rotundo fracaso. En ocasiones nos creamos grandes expectativas y hacemos planes a futuro, donde nos visualizamos exitosos y prósperos económicamente; y el resultado que obtenemos no concuerda con nuestros planes y perdemos el tiempo y el esfuerzo invertidos.

Tenemos un Dios que nos ama, le pedimos y esperamos que confirme nuestras peticiones, pero… no esperamos su dirección, no esperamos respuesta a nuestras oraciones, simplemente vamos en pos de nuestras aspiraciones y anhelos. Realmente no tomamos en consideración la opinión de Dios, solo confiamos en nosotros mismos y nuestras supuestas capacidades y tratamos de avanzar. La oración «Si Jehová no edificare la casa» implica la intervención o participación de Dios en nuestros planes de una manera consensuada, o sea, que Dios, de su consentimiento, pues sin su apoyo nada podemos hacer, pero esto significa que necesitamos fe, para poder mantener la esperanza y la paciencia necesarias para ver resultados conforme a nuestras peticiones y la voluntad de Dios. Recordemos que los pensamientos de de Dios son mas altos que los nuestros y esto solo significa significa que Dios solo nos da lo que es mejor para nosotros o nos conviene. nuestras malas decisiones por no buscar la «opinión» de Dios, son nuestra y única culpa.

En vano nos esforzamos y trabajamos si Dios no acompaña nuestras obras. pongamos pues nuestros proyectos y planes delante de la presencia de Dios, esperemos respuesta y actuemos en consecuencia.

Sirviendo al reino de Dios.

Joel Betancourt

Confiad en Jehová perpetuamente, porque en Jehová el Señor está la fortaleza de los siglos. Isaías 26:4

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Saludos y bendiciones amados en Cristo, este versículo es tomado del libro del profeta Isaías, cuando hablaba al pueblo sobre la diferencia entre el justo y el malo; y decía a todos que confiásemos en Dios, pues él siempre haría justicia sobre todos en la tierra, y que debíamos mantenernos fieles a su palabra y a sus mandamientos. 

Cuando vemos nuestro comportamiento a la luz de nuestros propios ojos, nos parece que nuestro actuar siempre es el correcto, y que los demás actúan equivocadamente, esto es relativamente cierto, pues nuestros ojos no se detienen en nuestros propios errores, y simplemente observan los posibles errores de los demás; sobre todo aquellas cosas que nos parecen injustas, y criticamos el hacer de Dios, pues normalmente el impío, el pecador, el injusto (a nuestros ojos) tiene mejores posesiones y le va “mejor» en la vida a causa de sus pecados  y nosotros siendo “buenos” y cumplidores de la palabra, no nos va tan bien como quisiéramos; y somos envidiosos de aquellos bienes mal habidos a causa de nuestra conducta casi santa.

Nuestro Señor sabe de nuestras necesidades y las suple, pero nuestro egoísmo y envidia no son parte de nuestras necesidades, quizás son parte de nuestras necedades y clamamos a Dios por una justicia de visión humana de “quítale al malo y dame a mi que soy bueno”, sin pensar que Dios siempre nos da lo mejor y lo que más nos conviene según sus propósitos y esa es la fe que debemos tener; pues nada hacemos con bienes terrenales y perder la vida eterna.

La justicia de Dios está fuera de nuestro entendimiento, para empezar que Dios no tiene “jefe” y todo lo que él hace es correcto, nuestra apreciación de lo que hace Dios es una apreciación simple y básica, porque no va más allá de lo que pueden ver nuestros ojos, sin embargo la visión de Dios conlleva el concepto de eternidad y lo que él hace hoy tiene efectos inmediatos y futuros y son sus planes, nosotros somos mediatos y afectamos nuestro entorno, el hacer de Dios afecta el universo.

El profeta Isaías, nos conmina a tener fe en el hacer de Dios, a no desmayar en el cumplimiento de su palabra y obedecerla, pues al final, siempre todo sucede conforme a su santa y perfecta voluntad.

Sirviendo al Reino de Dios

Joel Betancourt

Bendito el Señor; cada día nos colma de beneficios el Dios de nuestra salvación. Salmo 68:19 RV1960

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Saludos y bendiciones, hoy veremos un versículo de “agradecimientos”, trataremos de internalizar la grandeza de estas palabras para luego demostrar nuestro agradecimiento con obras al Señor.

La primera frase muestra <el cómo> debemos dirigirnos a Dios, esto debe ser, con alabanzas y bendiciones, ya que es una forma de agradecimiento y por supuesto de honra; así pues “bendito el Señor; de seguidas tenemos el ¿Por qué? de los agradecimientos; cada día nos colma de beneficios, y podríamos pensar en ¿cuáles beneficios y de paso todos los días? Vamos a aclarar la respuesta de esta pregunta: comencemos por algo que denominamos vida, ese es un beneficio del que no todos gozan, millares mueren al día, sin embargo usted querido amigo lector, esta vivo gracias a Dios; salud; ese es otro beneficio intangible pero que se siente, no todas las personas gozan de buena salud, esperanza, si por casualidad usted no goza de una salud impecable, el Señor le da la cuota de fe necesaria para que su esperanza en sanar lo sostenga hasta ese momento, dentro del ámbito de la salud tenemos elementos invalorables como la vista, el oído, poder caminar, poder sentir; observe que no todos pueden ver, oír, caminar, el Señor lo tiene a usted totalmente bendecido; en otro rubro de beneficios tenemos; los  alimentos, vestiduras, familia, trabajo, economía, etc. Son beneficios que le da el Señor todos los días, ninguno de estos beneficios se los puede proporcionar por usted mismo, todos son voluntad del Señor, y el Señor dice que lo colmará, o sea, lo llenara de ellos, de esos beneficios y lo hace todos los días, pero si usted es creyente cristiano tiene un beneficio adicional que es el más importante: tiene salvación eterna en Jesucristo y ese beneficio es por gracia para que usted no alegue esfuerzo alguno.

La ultima parte de este versículo “El Dios de nuestra salvación.” Nos habla de el cuidado que tiene Dios de nosotros, que incluye apartarnos del mal, de las tentaciones, del enemigo humano y espiritual y en caso de ser heridos, el Señor cuidará de nosotros y nos salvará.

Todos estos beneficios que el Señor nos da, no son por un rato, un día, una semana, un mes, un año, estos beneficios duran toda nuestra vida terrenal y luego eternamente estaremos bajo su amparo espiritual. Se da cuenta que sobran motivos para estar agradecidos con Dios.

Entonces comience a gradecer.

Sirviendo al Reino de Dios

Joel Betancourt

Jehová está en medio de ti, poderoso, él salvará; se gozará sobre ti con alegría, callará de amor, se regocijará sobre ti con cánticos. Sofonías 3:17 RV1960

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Saludos y bendiciones queridos y amados hermanos en Cristo; grande y poderoso es Dios y el profeta Sofonías así lo proclamó cuando le habló al pueblo de Jerusalén acerca de sus pecados y su redención. Hoy por hoy podríamos aseverar que nosotros somos esa Jerusalén que mencionaba Sofonías, pues todos en algún momento pecamos contra Dios y sin embargo él siempre nos ha perdonado y continúa bendiciéndonos en todo momento. Y la pregunta es: ¿y cómo nos bendice Dios, según Sofonías?

Comencemos por la primera oración; Jehová está en medio de ti, el profeta habla con absoluta certeza, acerca de Dios y su presencia en medio de nosotros, Dios sabe que nos ocurre en todo momento inclusive en los momentos mas íntimos de nuestra vida y esta en medio de nosotros para darnos el oportuno socorro a nuestras necesidades; él salvará; no decae la seguridad de Sofonías cuando dice esta frase, el salvará, es una promesa de Dios, que se reitera a lo largo de la Biblia en varias expresiones similares, solo él nos guardara del maligno, de nuestros enemigos y de cualquier cosa u obstáculo que se nos presente en la vida; se gozará sobre ti con alegría; imagínese usted que el Señor se va a alegrar con las obras y misericordias que tiene para usted, Dios se va a sentir tan bien de darle de su bondad que se va a sentir alegre de hacerlo, Dios solo quiere lo mejor para nosotros y se alegra de darnos lo mejor, callará de amor, esta es si acaso la frase mas bella de este versículo, estas palabras significan que Dios estará en un estado contemplativo de nosotros viendo y gozándose de sus obras y bondades en nuestro beneficio, en ese momento Dios estará disfrutando de su amor por nosotros; se regocijará sobre ti con cánticos. El final del versículo no podía ser menos apoteósico; vuelva usted a poner su imaginación a funcionar y piense que Dios se alegra y se goza tanto por usted que inclusive canta de alegría, ¿se imagina a Dios cantando? Lo hace cuando nos bendice.

Nosotros somos esa Jerusalén, somos ese pueblo perdonado y redimido, somos la alegría y gozo de Dios. Alegrémonos y gocémonos en Dios.

Sirviendo al Reino de Dios.

Joel Betancourt

En el día que temo, yo en ti confío. Salmo 56:3 RV1960

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Salmo 56:3 RV1960

Saludos y bendiciones amados, ¿Quién de nosotros no ha sentido miedo alguna vez?, por cualquier causa o circunstancia, el miedo es una sensación abrumadora, que en ocasiones están grande que nos paraliza, nos impide hasta gritar, incluso ver u oír. El miedo es una emoción provocada por la percepción de un peligro inminente o futuro, o incluso pasado, el miedo es la respuesta a esa percepción. En esos momentos es cuando queremos tener la mejor y mayor ayuda posible y en ocasiones de miedo recurrimos a elementos que consideramos que nos pueden ser útiles para superar ese miedo]; el miedo siempre está allí, lo que tenemos que aprender a controlarlo.

¿realmente podemos controlarlo, o necesitamos de una ayuda externa para dominarlo?, el ser humano en su afán de superar obstáculos se ha creado infinidad de apoyos y ayudas para lograr una relativa sensación de tranquilidad y dominio del miedo, pero lamentándolo mucho son solo invenciones, creaciones y en ultimo caso herramientas para sentirse protegido, ejemplo claro, las armas. Sin embargo, un arma no nos protege del miedo, y si el peligro que nos asecha esta mejor armado que nosotros el miedo aumento y la situación se torna peor que al principio. Todos estos temores son terrenales, poco nos ocupamos de los temores futuros sobre todo los espirituales, casi nadie tiene miedo de saber a dónde ir cuando muera, y es antes de morir que deberíamos preocuparnos o sentir temor por nuestro espíritu. Luego de muertos no hay vuelta atrás.

El salmo 56 nos dice que David se sintió confiado y seguro de una situación de extremo peligro, pues el confiaba en Dios, David no solo temía por sus bienes y su seguridad, sobre todo él temía por su vida, pero era mas su confianza en Dios que se atrevió a decir: En Dios he confiado; no temeré; ¿Qué puede hacerme el hombre? Esa confianza plena lo llevo a salir de la situación de peligro, pero no fue una situación superada por la auto-estima, David solo no podía y sentía miedo, pero también sentía protección de Dios y esperó en el Señor y Dios le ayudó.

En todo tiempo busca de Dios, si tienes miedo, busca de Dios, si estas alegre, afligido, en bonanza o en apuros, busca de Dios, él es nuestro ayudador en toda circunstancia y estando seguro de él, no habrá miedo ni temor.

Sirviendo al Reino de Dios

Joel Betancourt

Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti. Isaías 43:2 RV1960

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Saludos y bendiciones amados en Cristo, en esta oportunidad veremos uno de los versículos que mas seguridad dan al cristiano, esta lleno de promesas referentes a la protección que Dios ofrece a su pueblo Israel, y debemos recordar que al igual que Israel, nosotros pueblo escogido por Dios y formamos parte del pueblo de Israel. En el versículo anterior (1) el Señor se presenta e identifica al pueblo de Israel y lo declara suyo, quiere decir que somos y pertenecemos a Dios.

Luego de identificarse y declararse nuestro dueño, Dios nos ofrece unas promesas repletas de milagros asombrosos, comienza diciendo: “cuando pases por las aguas, yo estaré contigo”; podemos pensar que este ofrecimiento en el desierto no tiene mayor gloria o importancia, pero Dios no se refiere exactamente a los cuerpos de aguas, mares y ríos, se refiere a las diferentes etapas de la vida de una persona y le avisa de los peligros que le pueden acechar, y le manifiesta que él estará con nosotros acompañándonos, no estaremos solos, lo cual implica que superaremos esos obstáculos y saldremos victoriosos, ya que el se encargara de protegernos y ayudarnos.

Los dos elementos naturales nombrados en este versículo, el agua y el fuego, son fuerzas naturales contra las cuales el ser humano no tiene potestad o dominio; ¿Qué puede el hombre contra el mar embravecido? ¿Qué puede hacer el hombre contra la erupción de un volcán? La respuesta es simple; ¡nada! Estos elementos naturales son la metáfora que el Señor utiliza para mostrarnos su poder, su protección y su amor por nosotros, ante nuestra impotencia contra estos elementos, Dios nos dice: “los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti”. Quiere decir que en el transcurso de nuestras vidas habrá situaciones difíciles, muy difíciles y hasta imposibles de superar, pero en su compañía, todos estos avatares y obstáculos serán superados, ya que él se deleita en ayudarnos, para que así aumente nuestra confianza y fe en él.

El resto del capitulo es una reiteración de las bondades de Dios para con su pueblo, donde se denota que Dios realmente hizo y hará lo imposible para que seamos salvos eternamente, entregó a su hijo unigénito, Jesús y día a día manifiesta su gloria para beneficio de nosotros. Los invito a leer el capitulo 43 del, libro de Isaías (es cortito) pero lleno poder y promesas.

Y a tomar como propio el versículo 21 que dice: Este pueblo he creado para mí; mis alabanzas publicará. Somos su pueblo, alegrémonos y anunciemos al mundo las buenas nuevas.

Sirviendo al Reino de Dios.

Joel Betancourt

El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre. Eclesiastés 12:13 RVR1960

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Saludos y bendiciones amados del Señor, la ultima parte de este capitulo del libro de Eclesiastés, realmente es un resumen de sabiduría y consejos, y en especial este versículo que concluye con el fin de toda forma de vivir del ser humano; en varias ocasiones hemos dicho que existen millones de leyes en el mundo, pues todos los países tienen su buen cúmulo de leyes, las cuales se compilan en cientos de miles por cada país, y sin embargo cuesta y es casi imposible, mantener un orden y una conducta correcta de los hombres en la sociedad.

Las legislaciones tratan de regular esa conducta humana que a todas vistas es natural, pero casi ninguna ley prohíbe algo, les doy un ejemplo: no hay una ley que diga “no mataras”, las leyes solo dicen que si usted causa la muerte de otra persona, será reo del delito de homicidio y tendrá una pena de X años de cárcel. Y repito, las leyes no prohíben la muerte de otra persona por nuestra causa, solo regulan las consecuencias. Y con todo y eso, la gente sigue matando gente, sin importar lo elevado en años de la pena carcelaria. En otras palabras, no logran controlar al hombre en este tipo de conducta. Y el mundo continúa su locura existencial.

Por otro lado, los mandamientos de Dios a su pueblo son claros y tajantes, “no mataras”, y del resto se encargará Dios. Y es bueno observar que el índice de criminalidad en el pueblo de Dios es casi nulo, es difícil escuchar que un cristiano “mata” a otra persona. Quiere decir que este mandato de Dios si controla la conducta del hombre, las leyes no.

Si el hombre cumpliese los mandamientos y temiese a Dios, (o viceversa) las cárceles estarían vacías, y si practicasen el amor según 1ra de Corintios 13, fuésemos felices, y los males como, el hambre, miseria, etc. No reinarían en el planeta; pero lamentablemente el hombre común, prefiere las leyes de otro hombre y no las de Dios. De allí el caos que vivimos.

Bien dice este versículo: El fin de todo el discurso oído es este: esto es el resumen de la vida del ser humano. Si temes a Dios y cumples sus designios; VIVIRAS ETERNAMENTE BIEN.

Sirviendo al Reino de Dios

Joel Betancourt.